¡DOS AÑOS DESPUÉS!
Nervios, estrés ¡cada semana un examen! y a veces te preguntas ¿Para qué? ¿Hacia dónde?
Todavía no tienes nada claro, no sabes si la nota te va a llegar, no sabes ni la carrera que quieres hacer y sientes miedo a equivocarte, a no dar la talla, a fallar a tus padres, miedo, miedo, miedo...
Los profesores llevan la palabra selectividad en la frente. A ti te gustaría decirles que no te agobien, que no te exijan tanto...pero ello son implacables, te están preparando para… ¡ya sabéis qué!
Yo era una de esas indecisas que no tenía claro qué hacer. Pedí opinión a los profesores, a compañeros que ya estaban en la universidad. Poco a poco “me fui encontrando, poco a poco me cercioré de cuáles eran mis motivaciones y a qué quería dedicar mis próximos años. Quería estudiar Publicidad y Periodismo. ¡Por fin lo tenía claro!
El problema llegó al enterarme de la elevadísima nota de corte que se necesitaba en Valencia, demasiado alta para mi, inalcanzable. Así que el miedo hizo acto de presencia de nuevo, y empecé a arrepentirme de no haber trabajado más.
El segundo problema, por tanto era que me tenía que desplazar de ciudad a Castellón. Esto significaba abandonar muchas cosas, cambiar u poco mi cómoda vida.
A todos estos problemillas se añadía que la temida Selectividad se acercaba amenazante.
Un miércoles, una semana antes de realizar las pruebas de acceso a la universidad me despedí de Benlliure, arranqué mi moto y salí a celebrar que ya había aprobado segundo de bachillerato. Mientras salía del parking no podría evitar en todo lo que dejaba atrás y mi mente se llenó de recuerdos ¡una etapa de mi vida había llegado a su fin!
Esa noche no pude concebir el sueño y las siguientes tampoco. No tenía ni idea de a qué me enfrentaba y eso me quitaba el sueño. Pero fue mucho más fácil de lo que esperaba, sencillo rápido e incluso divertido. Llegaron los resultados y las dudas me hicieron equivocarme una vez más. De las opciones que solicité fui aceptada en sociología y ciencias políticas en la Universidad de Valencia y pensé que podía estar bien, cerca de casa, de mis amigos aunque lejos de mis sueños.
Asistí a la primera reunión de la carrera y no pude evitar echarme a llorar, era terrorífico me había equivocado completamente. El miedo al cambio y la inmadurez me encaminaban a un lugar que no era para mí, pero yo no estaba dispuesta a resignarme.. y entonces me llegó un mensaje “Estás en la lista de espera de en la Universidad Jaume I de Castellón” ¿Lista de espera? ¿Castellón? No entendía muy bien, desconocía las posibilidades así que fui a la reunión donde adjudicaban las plazas definitivas. Conseguí mi plaza en Castellón a 10 kilómetros de todo mi mundo pero dentro de mi sueño.
¡Esta vez no iba a equivocarme!
El primer año de universidad es ¡¡¡ increíble !!! Todo es nuevo ,amigos, lugar, piso…¡Es magnífico!
El aprendizaje autónomo y el crecimiento personal son inherentes al comienzo de la universidad, te empieza interesa todo lo que haces porque tienes unos objetivos claro y tu carrera es la estrategia para conseguirlos.
Este año vivo con gente de mi clase y es una experiencia muy positiva , inigualable, es hacer tu vida por fin a tu manera.
En mi clase encuentro personas afines a mi, compartimos ambiciones y aspiraciones. Estos años son de formación especializada, te rodeas de profesionales, experimentas nuevas sensaciones, pasas noches de estudio en la biblioteca, noches de fiesta en los pisos…
El año que viene me voy a estudiar fuera con una beca Erasmus, es una de las muchas posibilidades que existen en la universidad.
Yo no era una alumna ejemplar en el instituto: faltaba a clases, no estudiaba demasiado; pero ahora no dejo de evolucionar, de mejorar de crecer, he aprendido infinidad de cosas y aun siento que me queda mucho por descubrir.
La felicidad va intrínseca a realizar algo en la vida que de verdad nos llene, que nos apasiones y que nos garantice un futuro profesional deseable. Debéis luchar por conseguir aquello que realmente os guste. Yo lo hice y ahora sé que no me equivoqué.
Paula Comes Rodríguez.
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