He guardado tanto dentro que estoy asfixiada, solo quiero huir
lejos donde pueda gritar tan fuerte que arroje todo lo que siento hasta
convertirlo en una mentira de verdad.
Esa mañana pude sentir tu ausencia, me di cuenta de lo mucho que
dolía que no estuvieras y me sentí extraña por extrañarte una vez más.
Te has marchado de mi vida y tú no lo sabes, nunca estuviste y yo
nunca lo supe. No existe un camino para los dos porque cada uno avanza en un
rumbo, no podremos huir juntos porque no existió un “juntos”.
Y es entonces cuando retrocedo al momento donde todo comenzó y
solo puedo hallar una pulcra historia inventada, solo fue mi imaginación
sin tregua jugando con sentimientos inexplicables ¿Los sentimientos tienen explicación? Probablemente no, y gracias a eso podemos creer en la magia, esa
misma magia que deseo que muera en mí antes de que aniquile toda mi razón. Y el
miedo ¿tiene explicación? Porque es el único motivo que se me ocurre para darme
por vencida, porque es lo que está quemando toda esperanza y ya no puedo
escapar a él, porque este más solo hace que restar.
Y en medio de toda mi insensatez sigo imaginando que estás para
mí, que compartimos lo que nunca nos atrevimos a decir y que nos damos la
oportunidad de intentar hacer magia.
¡Ven a por mí! ¡Llévame contigo! Te espero para siempre en un
lugar solo para los dos, donde seré tuya cada día, donde nos perderemos para
encontrarnos a nosotros mismos, donde descubriremos la magia de sentir sin
sentido…
Paula Comes Rodríguez.
Michel de Montaigne dijo una vez: "en la obsesión se encuentra el origen de la genialidad y de la locura."
ResponderEliminarIgnoro si este relato es real o como los que yo publicaba, pero por experiencia sé, que el amor no correspondido es el mejor amigo de la soledad, y a su vez, uno de los peores vicios que existen. Lo único que genera es una obsesión, que con el paso del tiempo se incrementa, y si no la frenas a tiempo, acaba por consumirte.
Todo tiene un motivo, una causa, tanto los sentimientos como el miedo. Siempre hay un explicación que te lleva a caminar en su compañía. Y la mejor solución para combatirlos, en enfrentándose a ellos. Pues las cosas que salen del corazón, hay que decirlas. Si dejamos pasar un tren, quizá el siguiente no pare donde deseas bajarte.
PD: yo también vengo del mundo de la publicidad, por eso me he encontrado con tu blog y no he podido evitar comentarte :P