En el sector de la publicidad y la
comunicación puede que el término “público objetivo” o “target” sea uno
de los conceptos más reiterados. No es qué estemos locos, que también, es
que una buena descripción del público objetivo es la base principal
para la obtención de una estrategia de comunicación. Y ¿qué es el público
objetivo? ¿por qué es tan importante para el éxito de las campañas de
publicidad? Cuando hablamos de público objetivo o target nos referimos a aquel
segmento de población al cual queremos dirigir los esfuerzos comunicativos de
una campaña de publicidad. Por lo tanto, el mensaje que lancemos debe
construirse para aquel segmento de población al que queremos llegar, a pesar de
alcanzar a mucha más gente. Es importante saber que los consumidores o clientes de cierto producto no siempre se
corresponden con el target de la campaña: la elección
del target se determina a raíz de los objetivos publicitarios. Es decir, puede
que un objetivo sea “llegar a las mujeres de 40 años” ya que solo consumen jóvenes
de 20 año y pretendemos ampliar la cobertura de nuestro producto. Por lo tanto,
el target de la campaña que lancemos serán mujeres de 40 años, aunque los
clientes actuales no sean ellos. El target debe indicarlo el anunciante en
el briefing y después, en la agencia, se investigará todo
sobre él para hallar la mejor forma de alcanzarle.
¿Cómo se describe el target?
Existen criterios necesarios para segmentar
nuestro target. No se puede generalizar y debemos especificar al máximo para
guiar la planificación de medios y el mensaje publicitario. El objetivo es
lograr crear perfiles uniendo características comunes de los individuos.
Existen 3 tipos de criterios para describir al target:
1- Sociodemográficos: Este apartado identifica lo más simple y objetivo. Se agrupan a los individuos en función de edad, sexo, lugar de residencia, estado civil, nivel de estudios.
2- Socioeconómicos: Aquí se relacionan en función del nivel económico, ideología política, horizontes de consumo y clase social.
1- Sociodemográficos: Este apartado identifica lo más simple y objetivo. Se agrupan a los individuos en función de edad, sexo, lugar de residencia, estado civil, nivel de estudios.
2- Socioeconómicos: Aquí se relacionan en función del nivel económico, ideología política, horizontes de consumo y clase social.
3- Psicográficos: Este punto es el
más susceptible y conlleva un conocimiento más profundo de las personas. Se
aglomeran basándose en el estilo de vida, aficiones, motivaciones personales,
hábitos de consumo, conducta…
Los esfuerzos publicitarios por alcanzar las
motivaciones de su público objetivo son infinitos, ya que la meta es llegar
a ese segmento de población. Estudios e investigaciones deben justificar el
motivo de la elección de cierto segmento de público. No tendría sentido
intentar llegar a un público generalizado sin una estrategia marcada
previamente pues terminaríamos construyendo mensajes impersonales que no causen
interés en nadie.
Para agrupar y segmentar al público, es de
vital importancia disponer de un equipo de expertos que investigue al
consumidor, las tendencias y los hábitos de consumo así como los diferentes
públicos y perfiles de la sociedad.
La comunicación publicitaria efectiva es
aquella que alcanza al target, por lo tanto determinarlo de manera adecuada,
será la puerta de entrada al camino del éxito.
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